Taller 101 / Segunda parte

Bienvenido de nuevo a Bastien’s Bike Hacks y a la segunda parte del mejor Taller 101 del mundo. Ya hemos hablado de las herramientas que necesitas y de la limpieza de la bicicleta, la transmisión y los frenos. Ahora es el momento de pasar a dos temas importantes: las ruedas y la suspensión. Una vez que los hayamos tratado, lo remataremos con algunos detalles que a menudo se pasan por alto para el postre.

Ruedas

Tus ruedas y neumáticos reciben una paliza cada vez que sales a montar. Una forma segura de mejorar tu conducción es asegurarte de que los neumáticos no tienen problemas. ¿El secreto? Darle mucho amor a las ruedas.

  • Comprueba que las ruedas estén rectas. Hazlas girar y estate atento a cualquier bamboleo hacia arriba, hacia abajo o hacia los lados. Si están un poco torcidas, aprieta los radios de dos en dos para ver si alguno está flojo. Aprieta los radios sueltos hasta que la rueda vuelva a girar con suavidad.
  • ¿Tus ruedas giran con dificultad, pero no es debido a los frenos? Es hora de cambiar los rodamientos del buje.
  • A menos que te llames Thomas Del Gatto, probablemente querrás que tus neumáticos tengan algo de dibujo. Asegúrate de que hay suficiente goma donde la necesitas. Comprueba también que los tacos y los flancos no tengan grietas, desgarros, pinchos, cristales, espinas de puercoespín o cualquier otra cosa que pueda provocar un pinchazo.
  • ¿Montas sin cámara? El sellante del neumático puede secarse con el tiempo. Si tus neumáticos se desinflan más a menudo de lo que se inflan, es hora de rellenarlos con sellante nuevo. De paso, comprueba también las válvulas, ya que pueden obstruirse con el sellante y dificultar el inflado del neumático.
  • Si has utilizado una mecha para arreglar un pinchazo, echa un vistazo cuando llegues a casa. Dependiendo de la reparación, suelen aguantar bien un tiempo. Pero una mecha cerca de la llanta es una bomba de relojería y es mejor sustituir el neumático antes de que las cosas se pongan feas... ¡pum!

Suspensión

La horquilla y el amortiguador tienen una vida dura. Estos componentes de precisión se enfrentan a todo tipo de fuerzas mientras están cubiertos de suciedad y a menudo no reciben la atención que merecen.

  • Realiza una revisión a fondo de la horquilla y el amortiguador al menos una vez al año (o según el programa de mantenimiento del fabricante). Una pequeña revisión de vez en cuando también es una buena idea para mantener la suspensión como nueva.
  • De paso, haz revisar la tija telescópica. ¿La palanca no ofrece resistencia? Dependiendo de la tija, puede que sea necesario cambiar los cables o purgarlos.
  • Desmonta el amortiguador del cuadro. A continuación, mueve el triángulo trasero hacia arriba y hacia abajo para comprobar si hay fricción excesiva o rodamientos desgastados.
  • Mueve el triángulo trasero de un lado a otro para comprobar si hay holgura en los puntos de giro. Si sientes que no está bien, y todo parece bien apretado, entonces es el momento de revisar los rodamientos del cuadro.

Engrasar

Los rodamientos de tu bicicleta vienen sellados y engrasados de fábrica. Esto hace que su mantenimiento sea bastante reducido. Sin embargo, limpiarlos y volver a engrasarlos con regularidad puede ayudar a evitar la entrada de agua, a protegerlos de la corrosión y a que sigan girando suavemente durante mucho más tiempo.

  • Retira las tapas de los rodamientos de tu cuadro y elimina cualquier resto de suciedad o grasa vieja. Aplica una nueva capa de grasa a los rodamientos y vuelve a colocar las tapas. Utiliza una llave dinamométrica para asegurarte de que estén bien apretados.
  • Los rodamientos del juego de dirección reciben muy poca atención. Desmonta la horquilla, limpia bien la cazoleta del juego de dirección y los rodamientos, engrásalos y dales tu número de teléfono.
  • Aplica una fina capa de grasa a los ejes de las ruedas para facilitar la extracción de las ruedas.
  • Desmonta la tija telescópica, límpiala y aplica un poco de grasa para evitar que se atasque en el cuadro.

Los toques finales

¡Impresionante! Ya has revisado las partes más importantes de tu bicicleta. Pero hay algunos pequeños detalles a los que vale la pena prestar atención mientras lo haces.

  • Cambia los puños de vez en cuando y asegúrate siempre de que los tapones del manillar estén instalados.
  • Revisa los pedales. Si utilizas pedales planos, comprueba que tengas todos los pins y que estén correctamente instalados y apretados. Si usas pedales automáticos, comprueba que la tensión de liberación de los pedales esté ajustada a tu gusto. Limpia las calas y, si están muy desgastadas, monta unas nuevas. Sea cual sea el pedal, comprueba que no haya holgura ni resistencia en los rodamientos.
  • Si tu bicicleta dispone de caja almacenamiento, comprueba que contenga todo lo necesario para una reparación de emergencia en ruta y sustituye todo lo que hayas utilizado.
  • Si utilizas una bicicleta eléctrica, comprueba que el sistema funciona correctamente y que no aparecen mensajes de error. ¿Todo bien? Enchufa la bicicleta y relájate.
  • Si tu protector de cuadro parece gastado, quizá sea el momento de regalarle a tu bicicleta algo nuevo.

¡Eso es todo! Esperamos que hayas aprendido algunos trucos y consejos. El mantenimiento de tu bicicleta es algo que cualquiera puede hacer. Y como Bastien siempre dice: “Cuida tu bicicleta y tu bicicleta cuidará de ti”.

Taller 101 / Primera parte

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